Del 14 al 19 de agosto, en honor al patrón del pueblo,
San Roque (día 16) y de la patrona, la Virgen de San Daniel (día 18)
Semana Santa
Durante la Semana Santa, tienen lugar diferentes actos religiosos que bien se desarrollen en el interior, es decir dentro del marco de la iglesia, como en el exterior durante las procesiones, son el fiel exponente de la cultura religiosa de nuestro pueblo y constituyen un gran valor patrimonial del mismo.
Los vecinos, tanto grandes como pequeños, participan de los actos, vistiéndose para la ocasión y representando a judíos, centuriones, sacerdotes, angélicos… o como «raseras», supervisores o portadores de los santos pasos.
Famosas son pues entre sus habitantes las procesiones, empezando por el Vía Crucis, los Terceroles, las procesiones del jueves y viernes santo o la adoración del Señor en el Monumento.
Entre los actos y procesiones que representan la pasión, el acto más imponente y lleno de teatralidad se desarrolla el viernes santo en la iglesia, es el llamado «Abajamiento». Allí se desclava al Cristo crucificado, imagen articulada de tamaño natural y se le baja de la cruz. Tras el Descendimiento de la Cruz, posteriormente tiene lugar la Procesión del Entierro recorriendo las calles del pueblo y finalizando en la plaza mayor donde se representa el mismo.
Últimamente se han restaurado diversos grupos escultóricos de los Pasos Procesionales. Entre estos además de los llamados «el Cirineo», «San Juan», «la Verónica» y «María», destaca el paso «el Encordado» de Cristo crucificado y el paso llamado «Ecce Homo» con la imagen de un Cristo sereno con las manos juntas que es presentado al pueblo judío por Poncio Pilatos.
«Ecce Homo» con la imagen de un Cristo sereno con las manos juntas que es presentado al pueblo judío por Poncio Pilatos.
Ciertamente la categoría de los pasos procesionales de la villa de Ibdes por la calidad expresiva de sus imágenes y la organización de los actos, ya merecen la visita del pueblo, al elevar el atractivo de la celebración religiosa de la semana santa.
Los momentos vividos durante las procesiones, la fuerza de las imágenes de los Santos Pasos, entre la noche y el frío de la época y la débil iluminación, producen esos momentos de recogimiento que perduran para siempre en nuestra memoria.
Desde aquí queremos animar a sus participantes a continuar y proseguir en el empeño por cuidar y mantener la tradición y también animar a los visitantes a contemplar esos magníficos pasos y actos religiosos.