Situación.
La ermita se halla junto a la carretera A-1501, a unos 2,5 km. al norte del pueblo. Esta situada como sobre un balcón, dominando una amplia y bella panorámica del embalse de la Tranquera, frente a ella, la peña de la cueva del Búho y a su derecha el barranco de Valdearcón, asomándose sobre las piezas de la antigua vega, «la que se llevó el pantano».

Ermita.
Es un edificio del siglo XVII construido en tapial y ladrillo y dedicado a la Virgen de San Daniel. El edificio en su conjunto consta de la ermita en sí, una vivienda utilizada antiguamente por los santeros o guardeses o virginieros y varias dependencias como la cocina, comedor, etc., y que son utilizados en los actos que la cofradía del mismo nombre realiza en su fiesta principal, el 18 de agosto. En la fachada sur -explanada- vemos un original reloj de sol y en el lado norte un balcón de bella rejería. La entrada, orientada hacia poniente, está cubierta por un pequeño porche con arcadas y grandes ventanales en la planta baja y una galería abierta con barandilla de hierro en la planta de arriba, que a su vez realiza función de campanario, constituyendo como hemos dicho, un magnífico mirador desde el que podemos ver extraordinarias vistas del embalse y de sus montes cercanos. 

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Sabías que…

Según una leyenda local, el nombre de esta virgen proviene del pastor que la encontró. Cuenta la misma que estando un pastor llamado Daniel con su rebaño en los montes cercanos al pueblo, la Virgen se le apareció dejándole una imagen para que el pueblo la venerara. Tras el anuncio del descubrimiento, el pueblo la guardó en la parroquia pero la imagen desapareció volviendo a reaparecer en el lugar donde Daniel la encontró. Este suceso llevó a los ibedeños a construir una ermita en ese lugar, donde guardar la imagen y venerar a la virgen, dando a la ermita el nombre del pastor.

El interior consta de una sola nave amplia cuyo techo presenta una rica decoración. El presbiterio está coronado por una bóveda de mayor altura que el resto con ventanales o lunetas que la bordean e iluminan. Destacó un retablo barroco de su altar mayor, tallado en madera policromada, con tres lienzos bien logrados y situado sobre un ábside semicircular. La ermita ha sido robada y saqueada en varias ocasiones en las últimas dos décadas, causándole unos daños materiales y morales irreparables. Como consecuencia de los robos ha desaparecido la imagen de la Virgen de San Daniel, talla románica de finales del siglo XII, el sagrario del siglo XVII, lámparas, atriles, las columnas del altar mayor y varios cuadros

Actualmente es la ermita más antigua que existe en Ibdes.
Se encuentra a unos 200 metros al norte del pueblo y situada en un pequeño promontorio. En su interior, de techo abovedado podemos ver un altar con la imagen de la Virgen. Encontramos también el Sepulcro de Cristal y madera negra que contiene la figura de Cristo. Todo el conjunto está coronado por una gran venera y custodiado por un soldado romano, una gran talla de madera, con celada y pica, situado sobre un pedestal en posición vigilante.

Fue construida también por la Orden de San Juan en el siglo XII y conjuntamente con la iglesia y una roca con una cruz en lo alto de la «tosca» llamado el Calvario, formaban el conjunto religioso en el camino de San Juan, donde en tiempos bien antiguos se representaban las procesiones de la pasión en un espléndido marco natural.

La ermita-cueva se compone de un pequeño altar natural excavado en la tosca o cantera de piedra caliza a modo de gruta y con abundante presencia de estalactitas y estalagmitas que se han formado por las filtraciones de agua en la roca a lo largo de los años. En el centro de la gruta se ha formado una gran roca que si la bordeamos accedemos al altar, donde encontramos una urna de cristal con una talla de la Virgen de la Soledad. Se ilumina la gruta por un tragaluz abierto en la roca que hace de techo y rematado por un torreón de ladrillo de cuatro ventanas con techo semiesférico y que ha sido restaurado recientemente. 

Situada en uno de los parajes más elevados de Ibdes, situado hacia el norte del pueblo. Se accede a ella por el camino del mismo nombre. La ermita es de planta rectangular con contrafuertes a los lados y pequeñas ventanas que dan cierta iluminación al interior dando un aspecto de simpleza y sobriedad al conjunto. Se accede al mismo por un porche orientado a levante. En el altar solo hay un pequeño retablo muy deteriorado con una pintura que representa a San Gregorio. 

Construida se supone en el siglo XIV en honor del santo italiano, San Gregorio Ostiense, al que se le hizo patrón contra la peste y el hambre que azotaron en aquella época toda la zona. 

Es una pequeña capilla que se encuentra en el actual Palacio de los Liñán o Casa de San Pascual, situada en la calle del mismo nombre. En la década de los 80 fue restaurado todo el conjunto por D. Felipe Liñán, su propietario y consta la capilla de una nave central de tres cuerpos separados cada uno por dos arcos de medio punto.

La creencia popular quiere indicar que fue este, el primer templo cristiano habido en Ibdes. Su ubicación más probable podría haber estado cerca del actual Sepulcro, dado que en aquellos tiempos no había núcleo urbano sino que las escasas moradas estaban desperdigadas por las Cuevas, la Portada, el Verdinal y algunas otras cerca de los Congostos y laderas de la cueva del Búho.

Fue erigida al final de la época romana en honor de San Sebastián, santo nacido en la población francesa de Narbona y que murió en el año 288. Era un oficial romano que se convirtió al cristianismo, debido a su martirio se hizo muy célebre su culto en aquella época.
(se le representa habitualmente atado y asaeteado).

San Sebastián, conocido como «Defensor de la Iglesia», es considerado también como otro santo protector contra las epidemias.

La ermita se levantó en el siglo XVI al igual que tantas otras iglesias y ermitas construidas en España en honor de este santo, diácono español que fue martirizado en Roma en el año 260 al ser quemado vivo en una parrilla. 

Se encontraba en la cima del cerro que lleva su nombre (al sudoeste del pueblo).

La Orden Hospitalaria de San Juan de Jerusalén llegó a Ibdes en 1150 y construyó su iglesia hacia el sur, en una era cercana a lo que hoy llamamos «la paradera» y la antigua fábrica hidroeléctrica. La Orden se mantuvo fuerte hasta la llegada de la peste y las guerras con Castilla a mediados del siglo XIV, cuando desaparece de la zona y el monumento pasa a depender de la Diócesis de Tarazona. La iglesia se derruyó el siglo pasado.

Según unas fuentes, una ermita dedicada a la virgen fue construida en el siglo XVII donde hoy existe un pequeño huerto entre la acequia y la calle de Santa Ana y según otras se edificó en el siglo XVIII a modo de oratorio y su ubicación era cercana al actual frontón.

Se edificó en el siglo XIV y se encontraba en la Rúa -para hacernos una idea, donde hace tiempo había un salón de baile/café- y fue destruida en tiempos de la guerra de la Independencia.